El proyecto de Distrito Castellana Norte, más conocido como “Operación Chamartín”, sigue avanzando poco a poco y las negociaciones sobre el plan urbanístico prosiguen. En las reuniones de las mesas técnicas, celebradas en los pasados meses, se alcanzaron varios acuerdos generales que marcarán la hoja de ruta del proyecto a consensuar, como la limitación a seis alturas de media de los bloques de viviendas que se edifiquen en el nuevo barrio al norte de la capital.

Entre los puntos pactados se encuentra también la división del ámbito en tres fases: el sur de la Calle 30, el norte de la Calle 30 y la estación de Chamartín, cuya reforma el Consistorio considera imprescindible.

Cada uno de los desarrollos tendrá «un planteamiento y gestión independientes», conforme a los acuerdos alcanzados. En el ámbito sur, el uso mayoritario será destinado a actividades económicas de servicios terciarios, es decir, la nueva ciudad financiera, que se llamará Central Business District. Estará situada en el entorno de Chamartín y para su construcción se tendrá en cuenta la reforma de la estación.

En el ámbito norte, el uso «mayoritario» será residencial con presencia también de «actividad económica mixta».

En cuanto al Paseo de la Castellana, se considera que lo esencial «será articular la conectividad norte-sur y no la prolongación artificial» de esta arteria fundamental para el tráfico de la ciudad. Por otro lado, hay que destacar que la puesta en marcha del proyecto significará una importante generación de empleo, alrededor de 214.000 puestos de trabajo a lo largo de toda la vida del desarrollo, y un importante incremento del PIB nacional gracias a todas las actividades que se generarán en la zona.

Aunque el proyecto sigue avanzando se espera que el próximo mes de junio pueda tenerse ya «un acuerdo pactado con todos los actores». A partir de ahí, se tramitarían los instrumentos de planeamiento que permitan realizarlo.