El Ayuntamiento de Madrid ha aprobado provisionalmente la modificación de las normas urbanísticas de la capital, cuyo objetivo es mejorar la atención a la ciudadanía, en relación a las demandas relacionadas con las condiciones de confort, accesibilidad, habitabilidad y salubridad en las viviendas de la capital.

Construcción de edificios más eficientes y confortables

Las nuevas viviendas que se construyan en la capital tendrán una superficie superior a 40 m².  La normativa incorpora importantes novedades ya que las terrazas y los cuartos de instalaciones en plantas de piso no computarán a efectos de edificabilidad.

Se mejorará la regulación de las zonas comunitarias y los tendederos y los trasteros tampoco computarán edificabilidad.

Asimismo, se favorecerá el cambio de uso de local a vivienda para facilitar la reconversión de locales abandonados, donde se garantizará que las nuevas viviendas respeten las condiciones de confort y habitabilidad necesarias.

Sostenibilidad medioambiental

La renovación de las normas incluye como objetivo la mejora de la sostenibilidad ambiental mediante el aumento de la superficie vegetal total en la edificación a través de cubiertas y fachadas verdes para lo cual, en el espacio libre de parcela, se fomentará la plantación de arbolado y el ajardinamiento.

Además, gracias a la modificación de las normas urbanísticas, se regularán dos nuevos modelos residenciales emergentes en una gran urbe como Madrid: el coliving y el cohousing, y se establecerán normativas para dar vida al centro y mejorar la ciudad dotándola de proyectos respetuosos con el medio ambiente, la arquitectura, el patrimonio y la historia de la capital.

Viviendas turísticas y usos terciarios

La modificación de las normas urbanísticas integra el Plan Especial de Hospedaje, que no modificará las normas actuales puesto que las viviendas de uso turístico no experimentarán cambios y seguirán sujetas al plan actual, en el que se exige acceso independiente a la vivienda, un aspecto que la Comunidad de Madrid ha solicitado mantener.

En cuanto a las cocinas agrupadas, se prioriza su implantación en polígonos industriales y se limita su actividad en zonas residenciales, al igual que ocurre con el uso de almacenaje con reparto a domicilio y la logística.  Así, sólo se permite su implantación en ámbitos residenciales a locales de uso industrial con un máximo de 350 m² y deben tener en el interior del establecimiento zonas de espera, carga y descarga y estancia de los transportistas. El máximo de cocinas permitidas será de ocho. Además, se exigirá un estudio de movilidad para conocer el impacto que tendrá en la zona.

Las nuevas normas tienen la intención de simplificar el lenguaje burocrático y unificar criterios interpretativos publicados en las dos últimas décadas sobre artículos del plan general, es decir, el objetivo final es ofrecer seguridad jurídica. La agilidad de los trámites de la administración es otro punto importante, ya que pretende eliminar gestiones duplicadas como es el caso de la PECUAU, los planes especiales de control urbanístico ambiental, que incluyen comprobaciones que luego se vuelven a hacer en el proceso de licencia. Por ello, se elimina esta exigencia de PECUAU sin rebajar los requisitos medioambientales ni los controles que ejercía, que seguirán haciéndose.

El texto aprobado en el Pleno del Ayuntamiento el pasado 17 de julio, se ha remitido a la Comunidad de Madrid para que obtenga la luz verde definitiva del Consejo de Gobierno en un plazo máximo de cuatro meses.

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